Marzo 5, 2018

Kin-Ball

El Kin-Ball fue inventado por el profesor canadiense de educación física, Mario Demmers el año 1986, con el objetivo de promover la salud, la cooperación, el trabajo en equipo, la deportividad y la práctica exitosa en los jugadores. El deporte está diseñado para dar a todos la oportunidad de jugar y su sistema de puntuación asegura que todos los equipos consigan puntuar. Mario Demmers ha enseñado a jugar a más de 30.000 profesores de Educación Física en el mundo.

El Kin-Ball es un deporte federado reconocido en Canadá, Japón, EEUU, Bélgica, Francia, Suiza, Alemania, España y Malasia congregando más de tres millones de jugadores en dichos países.

El deporte además posee copas del mundo, de hecho la última versión se realizó el año 2017 en Tokio. También ha sido presentado en dos ocasiones como deporte de exhibición en los Juegos de Quebec y se han iniciado las gestiones para presentarlo como deporte olímpico.

 

¿CÓMO SE JUEGA AL KIN-BALL?

Formado por 3 equipos de 4 jugadores cada uno que disputan un partido en un campo cuadrado de 20m x 20m, con un balón gigante de 1.22 m de diámetro. Los equipos pueden ser mixtos y se distinguen en el campo con petos de tres colores: rosa (por la integración de la mujer), gris (por la expansión y la ruptura de barreras por el mundo), y negro (en contra del racismo). El tiempo de juego está dividido en 2 periodos de 7 minutos cada uno, con 2 minutos de descanso entre periodos. Ganará el equipo con más puntos a favor al momento del término.

​El juego se basa en una estrategia de saque y recepción que involucra a los tres equipos. El balón se pone en juego por uno de los equipos mediante un saque especial en el que intervienen siempre los 4 jugadores de un equipo. Normalmente 3 sujetan y el cuarto jugador golpea con los brazos. El equipo atacante, antes de lanzar el balón, nombra a uno de los otros equipos con la palabra OMNIKIN + el color del equipo que quiere atacar. Por ejemplo: “¡Omnikin gris!”.

El objetivo del equipo atacante es lanzar el balón dificultando al máximo la recepción para conseguir que el balón toque el suelo. El objetivo del equipo receptor (gris en este caso) es evitar que el balón toque el suelo. Una vez conseguido debe organizarse rápidamente para organizar de nuevo un saque. Se comete falta cuando no se logran efectuar correctamente el saque o la recepción.

El sistema de puntuación asegura que todos los equipos puntúen, ya que si uno comete una falta los otros dos puntuarán. Esta paridad en el marcador posibilita que todos los equipos estén implicados en el partido hasta el último minuto.

LOS VALORES DEL KIN-BALL

Mario Demers, profesor de Educación Física canadiense, es el inventor del KIN-BALL®. Su preocupación era buscar un deporte que pudiera responder a los siguientes objetivos:

– Permitir a los chicos y a las chicas practicar juntos el mismo deporte.

– Facilitar el aprendizaje de las técnicas para que puedan ser adquiridas en poco tiempo.

– Ofrecer disfrute y éxito desde los primeros minutos de juego.

– Promover la integración de los estudiantes poco hábiles y ofrecerles la posibilidad de formar por completo parte de un equipo.

– Exigir un verdadero trabajo en equipo, eliminando el individualismo, tan presente en nuestra sociedad.

Mario Demers ha conseguido integrar estos valores y exigencias en el propio reglamento de juego. En efecto, el desarrollo del Kin-Ball; se hace en medio de muchos valores como la cooperación, el respeto, el espíritu de equipo y la accesibilidad técnica del juego, y todo ello creando las condiciones necesarias para reforzar la sensación de éxito de los participantes. Estos valores son parte integrante del deporte y son tan importantes unos como otros. Profundizaremos a continuación en alguno de ellos.

-LA COOPERACIÓN

Este deporte favorece inevitablemente la cooperación. Esto permite mantener un juego dinámico, sin que existan jugadores pasivos, como en la mayor parte de los otros deportes, donde el más débil está excluido por no estar en el lugar adecuado en el momento preciso. Ya sea en competición o en un sencillo partido recreativo, la cooperación en el Kin-Ball; se ve continuamente, y como no se permite ningún contacto físico, la violencia física no puede tener cabida. Un jugador “estrella” puede siempre destacar de los demás, pero no puede ganar sin sus compañeros.

Esto configura un deporte que elimina todo individualismo, ya que cada uno de los miembros del equipo debe tener contacto con el balón. El partido se gana siempre en equipo y siempre en cooperación.

-SITUACIONES DE ÉXITO Y DISFRUTE

Cualquier persona puede jugar al Kin-Ball.

Esto no requiere más que unas pocas habilidades técnicas por parte del debutante. En este ambiente de éxito y placer, el debutante estará preparado para seguir al grupo y para evolucionar con él.

La técnica requerida en este deporte es muy fácil de aprender: en 30 minutos los participantes la conocen ya de forma suficiente para divertirse. Mediante un reglamento sencillo, un balón ligero y un equipo de cuatro jugadores, todos los participantes tocan el balón y cada uno tiene su momento para jugarlo. Todos estos elementos hacen, en definitiva, que el participante se considere parte integrante del equipo y de la acción.

En este contexto, incluso el más reticente obtiene placer practicando esta actividad deportiva

*En este artículo fueron usadas fuentes de la página web de Kin-Ball de Madrid, España.